Ola siberiana en Cotos 04/02/2012


No ha sido para nosotros las presiviones meteorológicas impedimento para una salida y hoy tampoco nos iba a echar para atrás. Habíamos estado preparando un par de rutas pero cuando vimos que había estado nevando en Cotos para allá que fuímos sin dudarlo. Las previsiones eran de nieve y -13 grados con un viento de 32 km/h, así que la sensación térmica podría aumentar bastante, cosa que así fue. Pero confiamos en el equipo que hemos ido adquiriendo y hay que decir que hemos hecho buenas compras.


Ya subiendo en coche el panorama era totalmente invernal, de Navacerrada a Cotos la carretera estaba llena de nieve, hacía mucho viento y la nieve no llegaba a quedarse quieta y  vimos pasar el quitanieves esparciéndonos sal en todo el coche, eso nos dió confianza para pensar que no había hielo en el firme y así fue.
 

 Aunque ya salimos de casa con las botas y los getrex puestos para no congelarnos de frio al bajar del coche tuvimos que esperar un rato para equipar a Waldo, Antonio le puso su chaqueta pero no consiguió ponerle los patucos y al ratito el propio Waldo nos hizo saber que estaba muerto de frio y que él no subía, lo dejamos en el coche abrigadito con dos polares del equipo de supervivencia y un par de capas de otras chaquetas por encima de su caja, pensábamos que no íbamos a tardar mucho con la que estaba cayendo
Pepi nos estaba esperando en Venta Marcelino tomando un café y Jose, Antonio y yo tambien nos animamos. Ya listos para andar decidimos ir hacia la laguna de Peñalara por el camino del bosque, la nieve estaba durita, era ideal para andar. Ya en el Cobertizo del Depósito nos quitamos una capa, de la subida a toda prisa para entrar en calor ya estábamos axfiados de calor.Cogimos las escaleras que salen a la derecha y fuímos a través del bosque por la zona llamada Camino del agua, entre el bosque veíamos una vez un rayo de sol y otras veces una nube de nieve provocada por el viento. Llegados a un punto donde sale un chorro de agua, debe ser el nacimiento del Arroyo del Toril, no pudimos continuar por la gran placa de hielo, solos lo hubiésemos pasado pero éramos unos cuantos y no todos estaban por la labor y no llevábamos crampones para todos, así que volvimos sobre nuestros pasos y nos pusimos a subir las zetas hasta que vimos un camino que salía a la izquierda y lo decidimos seguir, Antonio pensaba llegar a Peña Citores por ahí y no estaba equivocado, pero nos dejamos llevar por los demás y estuvimos perdiéndonos en el bosque un rato por la zona de la Loma de Dos Hermanas y poco más, regresamos hasta el Cobertizo de nuevo y ahí hicimos el piscolabis habitual donde estuvimos de charla con dos chavales de 16 años que pretendían subir a escalar, menos mal que desistieron porque el equipo para el frio era bastante escaso e inadecuado para hacerlo.
Todos comentamos que nos gustó su filosofía, que envidia que empiecen tan jóvenes y ojalá sigan con ese espíritu. Tambien empezaron a bajar el resto de escaladores diciendo que no pudieron ni tan siquiera hacer cumbre de las rachas tan fuertes de viento, en las previsiones de hasta 80 km/h, que el viento les tiraba y no les dejaba apenas respirar. Recomiendo unas gafas de ventisca que estrenamos Antonio y yo, aunque parezcamos buceadores mano de santo para el viento.
Nos fuimos contentos para el coche por lo bien que lo habíamos pasado, las charlas y lo que disfrutamos siempre hagamos lo que hagamos y tambien con la intención de buscar a Waldo, abrimos el maletero y estaba sobando y calentito, creo que nos pasamos con tanta protección, nos olvidamos a veces que es un perro y aguanta mucho más que nosotros, luego Antonio le regalaría un largo paseo en Villaviciosa.

2 comentarios:

  1. Mucha envidia y enhorabuena.
    Arturo

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  2. Enhorabuena, compañeros!!! Al fin habeis pisado nieve (en cantidad) este año!!!

    Como Arturo un poco de envidia, pero de las buenas.

    Estuve leyendo la ruta con una sonrisa nostálgica, je, je... y esperando a ver la próxima.

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